top of page

NUESTRA HISTORIA - 4 generaciones al servicio de la salud

 

Farmacia BOTICA CAMPOAMOR  fue fundada en 1876 por D. Francisco Campoamor Pérez

La farmacia Campoamor abrió sus puertas el 22 de agosto de 1876. Por aquel entonces, los naviegos la bautizaron como la «botica nova» puesto que en la villa ya existía con anterioridad otra oficina donde se dispensaban medicamentos.

 

Francisco Campoamor y Pérez (Navia 25/11/1850 - 10/10/1927) Fundador de la Botica, fue un hombre profundamente religioso. Estudió en el Monasterio de Valdedios, en el Seminario Conciliar y en el Instituto de Segunda Enseñanza de Oviedo, licenciándose en Farmacia en Madrid. Su biografía aparece en "Escritores y Artistas Asturianos" de Constantino Suárez "Españolito". 
Fue concejal del Ayuntamiento de Navia colaborando en varias obras de importancia, como la traída de agua potable a Navia, la carretera de Navia a Boal, y el relleno de los juncales de El Pandín, que hoy forma la Avenida de la Dársena o de Ramón Valdés, así como en la instalación del reloj de la Puerta de la Villa. También colaboró en la Comisión que organizó el traslado al emplazamiento actual de la Iglesia .

Era un hombre querido por el pueblo, donde era conocido como Don Paquito. Pasó a ser llamado Don Paco cuando su hijo se incorporó a la farmacia dejando de ser Paquito, para ser el nuevo Don Paquito. 
Fue un excelente profesional, y mejor persona. 
Colaboró muy activamente en la incipiente ordenación de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tuvo seis hijos, de los cuales el primero de ellos sería la segunda generación de farmacéuticos:

 

Francisco de Asís José Teodoro Joaquin Campoamor Penzol-Labandera (Navia 9/11/1888- 4/1/1964): 

Fue un hombre polifacético: 
Académico de la Real Academia de Farmacia desde el 24 de Junio de 1912, banquero, comerciante de fotografía, bicicletas, bazar y perfumería. Durante su ejercicio organizó el reparto de medicamentos desde Navia a Puerto de Vega y a Porcía, pasando también por Anleo y otras localidades. Se hacía con "El Tranvía",un coche-furgoneta propiedad de la Botica, que también llevaba a clientes (lo cual le costó un litigio con Alsa). 
Superado este percance, el reparto se hacía con un automóvil biplaza, el "Rosengard", retirado del servicio casi al final de la guerra del 36 por falta de accesorios. Después de la guerra el reparto se hizo en bicicleta: a Puerto de Vega fueron Castañeira , el Pataco, Antón de Tanín (en motoreta GAC), y a La Caridad Luis de la panadería Gayoso (en carro tirado por caballo), y más tarde Lola de San Juan de Prendonés, en motoreta GAC. 
Contó con la valiosa colaboración de Celina Manso, Evaristo y Jose Ramón (Mon) Villarmea, y de José López Méndez (Pepe), que nos acompañó a lo largo de 54 años, siendo el brazo derecho durante tres generaciones, hasta su jubilación.

El visionario farmacéutico naviego falleció a la edad de setenta y cinco años en 1964.

 

Poco antes, su hijo Francisco de Asís Alvaro Campoamor Suárez-Infanzón (Navia 7/5/1930)  tercera generación, se había incorporado a la botica familiar tras cursar sus estudios de farmacia en Santiago de Compostela y Barcelona, ciudad en la que contrajo matrimonio con la también farmacéutica Gloria Suárez Quetglas. 
«De diez hermanos, mi padre fue el único que optó por la carrera famacéutica. El quería quedarse en Barcelona pero mi abuelo le instó para que regresara a Navia», matiza Nuria Campoamor. 
 
Al poco tiempo de comenzar a trabajar con su padre organizó el cambio de distribución de los medicamentos, optando por la colocación alfabética del conjunto de formas farmacéuticas, dando así una mayor agilidad y comodidad en el trabajo. 
Su vida profesional está ligada a profundos cambios en el mundo de la Oficina de Farmacia: la implantación del sistema de Seguridad Social generalizado, la creación de la Cooperativa Farmacéutica Asturiana como novedoso sistema de distribución de medicamentos y la introducción de la Informática para la gestión de compras y ventas en la Botica Campoamor. En 1972 se incorpora María Jesús Pérez Lacosta, en 1973 Jose Ramón Ron Robledo, y en 1976 Elena Villarmea Suárez. En 1976 tuvo lugar el Centenario, que fue celebrado de forma inolvidable para los que lo vivimos, rodeados de amigos. El discurso conmemorativo de D. Jesús Martínez Fernández fue realmente emotivo....... «Se celebró una gran fiesta con motivo del aniversario. Incluso se creó un logo conmemorativo»,

 
En 1987 entra a formar parte del equipo su hija Silvia Campoamor Suárez, farmacéutica y actual co-propietaria junto con Nuria Campoamor Suárez, la hija menor, constituyendo la cuarta generación desde el 30 de junio de 1998. 
Del mismo modo, su otra hermana, Marta, ejerce como farmacéutica en el vecino municipio de Villayón. 

El tiempo ha pasado, pero en la botica Campoamor aún se saborea un cierto regusto al antaño. «El mobiliario es el mismo que el de hace noventa años. Al estar lacado su estado de conservación es excepcional», enfatiza Silvia Campoamor. De todos modos, en la farmacia se puede contemplar una pieza realmente curiosa: una bola empleada para demostrar el principio de Pasteur. «En una ocasión, un peregrino nos indicó que había visto otra igual en Brujas», señalan las hermanas Campoamor, farmacéuticas que esperan perpetuar el negocio familiar a través de sus hijos. «La vida da muchas vueltas pero ellos ya se lo plantean»

Una de las pocas bolas rojas que quedan, las encargadas de iluminar las farmacias hace dos siglos, talladas a mano y llenas de un líquido llamado sangre de dragón.
Solo se han encontrado dos, aparte de esta la otra está en Bejar actualmente en su museo donada por Botica La Bola.

Nuestro logo recuerda la esencia histórica de esta imagen.

Botica Campoamor en la actualidad

bottom of page